Lo que comenzó como unas vacaciones planificadas por Europa, terminó convirtiéndose en una de las historias más impactantes y virales de los últimos años.
Un parto asistido por YouTube
Era marzo de 2018 cuando Freeman, sin saber que se encontraba en el tercer trimestre de embarazo, embarcó en un vuelo con escala en Turquía. El método anticonceptivo que utilizaba le había suprimido el ciclo menstrual, por lo que no notó señales evidentes de gestación hasta bien avanzada.
Durante el vuelo hacia Estambul comenzó a sentirse mal. Pensó que era una intoxicación alimentaria, pero al bajar del avión, las contracciones se intensificaron.
Ya instalada en el hotel, y sin poder comunicarse con el personal ni conocer el número local de emergencias, buscó videos en YouTube sobre cómo dar a luz sola. Siguió paso a paso las instrucciones: preparó una bañera con agua tibia, esterilizó los cordones de sus zapatillas para cortar el cordón umbilical y utilizó una toalla como mordaza durante las contracciones.
Tras cinco o seis empujones, nació su hijo: Xavier Ata Freeman, completamente sano.
Valentía, instinto y tecnología
Con temple y determinación, Tia incluso expulsó la placenta por sí sola y envolvió al bebé en una toalla limpia. “Era solo yo, tratando de arreglármelas”, declaró más tarde. Después del parto, limpió la habitación, amamantó a su hijo y se durmió exhausta.
Al día siguiente se dirigió al aeropuerto en busca de ayuda. Allí, personal local la trasladó al consulado estadounidense y luego a un hospital, donde los médicos confirmaron que tanto ella como el bebé estaban en perfecto estado de salud.
La reacción de su familia y su historia viral
La primera en enterarse fue su abuela, que quedó en shock. Luego, su madre se mostró emocionada aunque algo molesta por no haber sido informada del embarazo.
La historia de Freeman se volvió viral rápidamente, con miles de reacciones en redes sociales y menciones en medios de todo el mundo. En Estambul, la gente la reconocía en la calle y los periódicos locales cubrieron el increíble suceso. “No entiendo por qué todos están tan sorprendidos. Tal vez algún día sea algo normal”, comentó.